Las llaves del matrimonio

La Biblia es la fuente de toda verdad e inspiración para que el hombre y la mujer vivan de acuerdo con el plan original que diseñó su Creador. Jesús dijo: "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4:4 NVI).

Ésa es una verdad incontrovertible. Dado que Dios nos creó; somos su idea, somos hechura suya, obra de sus manos; así que nadie como Él nos conoce tan bien. Conoce nuestra naturaleza, nuestra identidad individual. Sabe de cada una de nuestras necesidades. Nadie entiende mejor que Dios lo que está pasando en nuestro interior: en nuestras emociones, en los más íntimos pensamientos que pasan por nuestra cabeza. Él sabe lo que necesitamos.

Sabiéndolo, Jesús, Su Hijo, -tal y como lo relata Mateo- recordó la lección que Dios le había enseñado al pueblo de Israel cuando estaba en el desierto, huyendo de la esclavitud de Egipto: "Cumple fielmente todos los mandamientos que hoy te mando, para que vivas, te multipliques y tomes posesión de la tierra que el Señor juró a tus antepasados. Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos. Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor" (Deuteronomio 8:1-3 NVI).

En el pasaje que relata Mateo, Jesús recuerda que el hombre -en relación a la raza humana- no solo tiene necesidades materiales -como comer, abrigarse, calmar la sed, trabajar, divertirse, tener una familia, entre muchas otras- sino, y sobretodo, tiene necesidades espirituales que satisfacer. Ésas necesidades tienen que ver con la relación del hombre con su Creador y que, lamentablemente, en la gran mayoría de los casos han sido abandonadas. Éstas necesidades espirituales solo son satisfechas atendiendo y obedeciendo lo que Dios ha dispuesto. Esas palabras están en la Biblia. Por eso, se puede decir, sin dudar, que la Biblia es la Palabra de Dios y el 'manual del fabricante' para el hombre y la mujer, porque contiene todo lo que necesitamos para vivir una vida plena.

Parafraseando las palabras de Jesús: no solo de pan se vive en el matrimonio, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. ¿Quién puede guiar tu matrimonio con tal profundidad de conocimiento y sabiduría, sin temor a equivocarse si no es Aquél que lo creó? ¿Quién puede darte respuesta a tus más íntimos pensamientos y preocupaciones sobre la relación con tu esposa o esposo, sino es acudiendo a quién nos diseñó en el origen?

En la búsqueda de respuestas, damos muchas vueltas innecesariamente, y nos desgastamos en ello, esperando que los amigos o los profesionales den en el clavo con lo que busco. No lo encontrarás. Así como tienes, primero, que leer el manual del fabricante para que eches andar y funcione correctamente una computadora o una maquinaria en la fábrica, así debes leer el manual del fabricante para que funciones correctamente en el matrimonio que Dios diseñó en el principio de los tiempos. Ése manual del fabricante es la Biblia.

A partir de hoy, te invito a que juntos vayamos a la Biblia para descubrir las llaves -muchas veces olvidadas- que Dios nos ha dado para que nuestros matrimonios funcionen de acuerdo a su diseño y plan original.